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GUÍA Y ACOMPAÑAMENTO INFANTO - JUVENIL

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ESTIMULACIÓN Y ATENCIÓN TEMPRANA

En las primeras etapas del neurodesarrollo infantil se forman conexiones cerebrales básicas para los futuros aprendizajes.
   
Cuando nace un bebé parecer ser el ser más perfecto sobre la faz de la tierra, pero no es así… necesita mucho tiempo y mucha ayuda para perfeccionarse.

Pese a que el sistema nervioso del bebé está formado, el bebé necesita madurar neurológicamente y lo hace en forma muy rápida durante el primer año de vida en comparación con los siguientes años. Esto se lleva a cabo mediante el proceso de maduración que depende no solo de la alimentación, sino de los cuidados, crianza y estimulación. 

Todos los estímulos del ambiente, todo lo que ve, oye, huele, siente, y experimenta ayudará a conectar más y más las neuronas del cerebro, haciendo que funcione con mejor cualidad.


¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ESTIMULACIÓN Y LA ATENCIÓN TEMPRANA?

La detección y atención temprana de problemas del desarrollo tiene mejores pronósticos entre los 0 y 3 años de vida, debido a la plasticidad cerebral que es máxima en los primeros años del neurodesarrollo, cuando se adquieren los aprendizajes imprescindibles para la adaptación al medio (desplazamiento, comunicación, interacción social). Pero no es infinita, ya que está ligada a períodos críticos durante los cuales el cerebro está óptimamente preparado para adquirir una nueva función; esta etapa corresponde a los tres primeros años de vida. La plasticidad continúa presentándose en todas las etapas del desarrollo, pero nunca con la intensidad que se manifiesta en los períodos sensitivos del desarrollo, en especial, esos primeros 3 años de vida. 

Es en los tres primeros años de vida el eje central del desarrollo integral del niño, ya que es en este período cuando deben ocurrir los eventos más importantes de su maduración.  El trato amoroso, la estimulación de sus capacidades lingüísticas, motoras e intelectuales y el juego son esenciales para que los niños tengan un potencial íntegro para ser excelentes estudiantes y ciudadanos, listos para seguir formando sus capacidades durante el resto de la vida. Los cuidados y atenciones que reciba el niño en esta etapa, es lo que le permitirá sobrevivir y estar físicamente sano.

Al mes de vida hay intensa actividad en las áreas cortical y subcortical, las cuales controlan las funciones sensorial y motriz. La actividad cortical se eleva entre el segundo y el tercer mes de vida, tiempo primordial para la estimulación visual y auditiva. Cerca del octavo mes, la corteza frontal muestra una actividad metabólica incrementada; esta área del cerebro regula las emociones y el pensamiento, y se encuentra en plena actividad al momento en que el niño avanza en la autorregulación y fortalece su apego con sus cuidadores primarios.

Pero no sólo las neuronas se desarrollan, se recubren de mielina y se conectan entre ellas (a los tres años se habrán establecido 1.000 trillones de conexiones). También el aspecto del cerebro cambia en los primeros años de vida. Crece en tamaño y se proporciona con el resto del cuerpo. El cerebro representa un tercio de todo nuestro organismo en el momento en que nacemos, y alcanzará casi 80% de su tamaño adulto entre los cuatro y cinco años. Parte de ese crecimiento se debe a la propia mielina, que aumenta su volumen, así como a las neuronas, que se expanden para extender sus ramificaciones.

Hasta los seis años el cerebro sigue adquiriendo habilidades, pero sobre una estructura anatómica ya definida; de manera que a esa edad puede darse por concluido el proceso de desarrollo cerebral.


CRECIMIENTO Y DESARROLLO

El cerebro crece en peso y tamaño (perímetro craneal). 
El cerebro se desarrolla; es decir, que gana habilidades.

Nacimiento
1 año
3 años
6 años
Adulto
24%
70%
80%
85%
100%
300gr.
892grs.
1,042grs.
1,088grs.
1,287grs.